Anoche, cuando regresé a casa después de una larga jornada de trabajo, encontré a Rafael muy decaído y con una hinchazón del tamaño de un huevo en un costado de su cuello. Muy asustada lo llevé a la veterinaria más cercana a casa. GRAVE ERROR. Después de una revisión de la altísima temperatura que tenía el pobre gato, y de una extracción de pus de la hinchazón de su cogotito, el veterinario me informó que debía realizarse un procedimiento quirúrgico para drenar la infección. Rafa estaba en peligro de muerte.
Claro, que antes me invitó a sentarme para entregarme el presupuesto. En resumen, todo salía aproximadamente 80 Mil pesos; una vez más la angustia pudo más que la razón y acepté después de pedir facilidades de pago. (Todos los que me conocen saben que esa cifra es descomunal en relación a mi sueldo y mi vida). Una hora y media más tarde, "Alí Babá Veterinario" me llamó por teléfono para decirme que la lesión de Rafa era más complicada de lo que él había previsto, por lo cual tenía que cobrar más dinero. Ante mi explicada negativa y mi intención de retirar a Rafa de ahí, "Alí" me informó que eso era imposible, porque ya lo habían abierto y que él haría todo lo posible, pero claro que sólo hasta lo cubierto por el presupuesto que se había establecido. (En buen criollo sería: "lo sano sólo hasta que haya dinero")
El animal estaba deshidratado y debía permanecer todo el tiempo con suero. Hoy en la mañana, partí a ver a Rafa a la "Cueva Veterinaria" y el gato estaba sin suero. ¿Será que una bolsa de tan vital elemento valga 15 Lucas, como presupuestó Alí?. Lo averiguaré hoy a la tarde, cuando rescate a mi animalito.
En todo caso, si pasan cerca de Simón Bolivar con Marchant Pereira... cuídense de Alí Babá.Como reflexión final sólo me queda agregar que el comercio con la salud animal es límpida comparada con la humana.
AUN CREO QUE ES POSIBLE UNA SOCIEDAD JUSTA CON SUS PERSONAS Y ANIMALES, EN LA QUE NO MANDE EL DINERO