Reflexiones de una perra
CADENA DE AMISTAD
Esperaré Ansiosa!!!!
Roberto Marley es el regalo de cumpleaños que tejí para mi hermano Ro. La verdad es que, como siempre, me demoré más de lo que había presupuestado en terminarlo; por lo que fue entregado un par de semanas después del magno evento. Cumplir los 33 es movilizador, lo digo por larga, larga experiencia propia.
Quedé muy contenta con el resultado. Me enamoré de Roberto Marley y a mi hermanito también le gustó. La verdad que los amigurumis resultan altamente gratificantes.
¡ A tejer amigurumis!!!!!!!!!
El Informe Rettig dice: "el día 5 de octubre de 1973 fue detenido por efectivos militares en su lugar de trabajo, Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE), organismo dependiente de la ONU, Fernando de la Cruz OLIVARES MORI, 27 años, funcionario administrativo.
Las versiones de los testigos señalan que fue trasladado al Ministerio de Defensa. En este recinto, se dijo a sus familiares que sería trasladado al Estadio Nacional, lugar en el que nunca fue reconocida su detención. A pesar de la múltiples gestiones hechas por su familia y por sus compañeros de trabajo, nunca más se tuvo noticias ciertas sobre su paradero.
La Comisión se ha formado convicción que la desaparición de Fernando Olivares Mori es una violación a los derechos humanos, atribuible a la acción de agentes del Estado, toda vez que su arresto se haya suficientemente acreditado y tras él no ha habido noticia alguna sobre su paradero y suerte".
En 1998 el Instituto Médico Legal entregó los restos de Fernando, después de una larguísima y dolorosa búsqueda. Años después, y sin mucha vergüenza, anunciaron que la identificación de los cuerpos que habían sido hallados en el Patio 29 del Cementerio General estaba mal realizada. Fernando no era Fernando... o si?... todavía no se sabe. Aún continúa desaparecido.
Mientras tanto, y para siempre, nunca olvidaremos a Fernando.
La primera reflexión acerca de los derechos animales que recuerdo haber tenido fue hace muchos años en Buenos Aires regresando con mi papá desde mi amada Plaza Devoto (Arenales, es su nombre oficial); decidí que no podía caminar más, porque mi acción ocasionaba el dolor y muerte de millones de microbios. La decisión duró hasta que a mi papá se le acabó la paciencia... y me convenció que los microbios eran tan pequeñitos que si los pisaba, no les pasaría nada ya que existía el espacio suficiente para ellos entre la suela de mis zapatos y el piso. TE AMO PAPITO!!!